El pez millonario.«Era una linda bahía perdida en un vasto océano. Los pisingos se juraban amor al caer la tarde. Los habitantes le dieron un nombre a ese pueblo: Pisisí. Sus suculentas aguas servían de transporte a los pescadores; incluso la piragua de Guillermo Cubillo había pasado por allí. Muchos años después, todo parecía diferente...»