Esta es la obra del francés que mejor describe sus sentimientos. La pasión entre el protagonista, Frederic, y madame Arnoux es el equivalente en la ficción a lo que él sentía por Elisa Foucault en la realidad. La redacción de La educación sentimental ocupó una buena parte de su vida literaria, por lo que se puede considerar una especie de "diario amoroso" del escritor